Corría el 20 de abril del año 1486 cuando Cristóbal Colón se reunió con los Reyes Católicos para contarles sus planes de atravesar el oceáno atlántico para llegar a las Indias.
El Palacio Arzobispal fue residencias de los arzobispos de Toledo y Señores de Alcalá entre los siglos XIII y XIX. Sin embargo, en el año 1939, en el trascurso de la Guerra Civil, sufrió un terrible incendio que destruyó parte de su construcción. De hecho, la fachada que vemos desde la Plaza de las Bernardas es realmente la fachada de su patio interior.
El Palacio Arzobispal también cuenta en su historia con momentos de enorme importancia histórica, como la firma del Tratado de Alcalá, en el cual los reyes de Castilla y Aragón se repartieron Al-Andalus y el Ordenamiento de Alcalá (1348), por el cual se establecia una justicia única para todas las regiones integrantes de la Corona castellana.
Entre los nacimientos ilustres, fruto de convertirse en una residencia temporal para distintos reyes de España, figura el de Catalina de Aragón, hija de los Reyes Católicos y que sería esposa de Enrique VIII, y Fernando de Bohemia, hijo de Juana la Loca y sucesor del emperador Carlos V en Alemania.
En la fachada del Palacio encontramos también el Torreón de Tenorio, donde a sus pies se representa todos los años la obra Don Juan Tenorio. A los pies del Torreón tenemos una estatua de Isabel I, la Reina Católica.
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